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Alimentación y cuidados del hamster

Con este nombre se conoce a varias especies de pequeños roedores, siendo los más populares el hámster dorado o sirio (Mesocricetus auratus) y el hámster enano ruso (Phodopus sungorus). A pesar de su pequeño tamaño y de la idea generalizada de que resultan fáciles de mantener, conviene conocer sus requerimientos para proporcionarles unos buenos cuidados.

ALIMENTACIÓN

Aunque pueden vivir perfectamente con sólo una mezcla variada de semillas, conviene suplementar su dieta con pequeñas cantidades de verdura y fruta fresca. Esporádicamente podemos darles también algo de proteína animal. Procuraremos que la dieta sea lo más variada posible y que incluya:

MEZCLA DE SEMILLAS. Debe constituir el 80-90 % del total de la dieta. Hay muchas presentaciones comerciales. Una mezcla de calidad puede contener más de diez tipos de semillas diferentes. Hay productos que incluyen también pienso compuesto, y trozos de fruta/verdura liofilizados. Una vez abierto el envase conviene guardar la mezcla en un frasco de cristal cerrado herméticamente, protegido de la luz y en un lugar fresco. Así el alimento se conservará mejor.

VERDURA FRESCA. Las verduras no excederán el 10% del total de la dieta. Se pueden ofrecer a diario pequeñas cantidades de zanahoria, nabo, remolacha, bróculi, endibias, col, acelga, escarola, apio, lechuga, espinacas, trébol.

FRUTA FRESCA. Una o dos veces por semana se les puede ofrecer pequeñas cantidades de fruta. Aceptan bien la manzana, pera, fresas, uvas, albaricoques, cerezas.

HENO O PAJA. Además de aportar fibra a la dieta les puede servir para hacerse el nido.

PROTEINA ANIMAL. El consumo ocasional de un pedacito de carne, pienso de perro o queso será beneficioso.

AGUA. Debe estar siempre disponible. Los bebederos de botella son los más adecuados.

Nunca cambie bruscamente la alimentación de su hámster ya que puede desencadenar problemas digestivos. El consumo de productos vegetales frescos hará que el animal beba menos agua que si sólo consumiera alimentos secos.

CUIDADOS

La jaula debe ser lo más espaciosa posible. Hay gran variedad de jaulas en el mercado, de uno o varios pisos.

No emplear tierra para gatos como único substrato en el suelo de la jaula. En el suelo se puede poner un poco de tierra para gatos cubierta de heno o paja. Las virutas de madera también pueden ser adecuadas para el suelo, pero a veces provocan irritaciones oculorespiratorias. Sacar al animal de la jaula para que se ejercite, al menos 2 horas al día, y siempre vigilado, para evitar accidentes como morder cables eléctricos, ataques de perros o gatos, caídas, etc.

Una opción de jaula más natural puede ser una pecera rectangular de cristal. Las paredes de la pecera deben ser altas para evitar que el animal se escape y así no hace falta taparla. El suelo de la jaula puede estar cubierto de tierra y piedras. El animal así podrá escarbar túneles como haría en la naturaleza. Podemos añadir también troncos huecos como escondites. Una jaula de este tipo requerirá más cuidados.

Los hámsters pueden padecer golpes de calor. Hay que evitar dejarlos expuestos al sol durante demasiado tiempo o dentro de un vehículo sin ventilación.

Si la temperatura ambiental desciende de los 10-15ºC estos animales realizan una especie de hibernación. Con frecuencia los propietarios piensan que están muertos.

Debemos proporcionar un nido o escondite donde el animal pueda refugiarse. Una caja de madera o un tronco hueco pueden servir. No hay que utilizar algodón u otras fibras artificiales como material de nido ya que pueden producir gangrenas en las patas o trastornos digestivos si las ingieren. El pelo de cabra, la lana y la paja o heno resultan materiales idóneos para el nido. El animal los podrá manipular a su gusto y sin riesgo.

Los comederos pueden ser recipientes de material resistente (cerámica o aluminio) y colocados a nivel del suelo para un fácil acceso del animal.

Los hámsters presentan como unas bolsas en la cara interna de las mejillas llamadas abazones. Las emplean para guardar temporalmente el alimento y también para transportar las crías de pequeño tamaño en caso de necesidad.

Los hámsters suelen ser animales mansos pero a veces pueden morder. Hay animales que resultan más agresivos que otros. Si tenemos que sujetarlos podemos hacerlo por la piel del cuello y de la espalda de forma que no podrán girarse si pretenden morder.

El hámster dorado o sirio presenta unas glándulas sebáceas en la piel a ambos lados de la zona lumbar. Son de color marrón oscuro o negro, y a veces los propietarios las confunden con patologías de la piel. Están más marcados en los machos y son más evidentes en la estación reproductora. El hámster ruso presenta una glándula sebácea en la zona central del vientre. Tiene forma redondeada y una secreción de color anaranjado tostado. También se suele confundir frecuentemente con una herida.

Los hámsters rusos pueden vivir en pequeños grupos familiares. Por el contrario, el hámster dorado es un animal muy territorial y no conviene tener juntos varios animales permanentemente. Si se quieren hacer criar se debe introducir a la hembra en una jaula ocupada por un macho; si es al revés la hembra podría atacar al macho. Las hembras durante el periodo reproductor producen de forma normal una secreción de aspecto lechoso por la vagina que se confunde con pus. Para evitar que la hembra abandone a las crías o que las mate, la jaula debe disponer de una madriguera o escondite, estar situada en un lugar tranquilo y hay que abstenerse de manipular a la madre o las crías.

Conviene que estos animales sean visitados una vez al año por un veterinario especializado.